Por: Universidad de Antioquia
Para el grupo de residentes de la Especialización en Pediatría de la Universidad de Antioquia, la proyección social y la extensión a la comunidad son parte fundamental de nuestra formación y perfil profesional.
Parte de esta esencia formativa se ve reflejada en acciones que se han convertido en importantes y maravillosas tradiciones con el pasar de los años. A continuación, les contamos unas de ellas:
Cada año realizamos una actividad llamada ‘Chingones’ con la cual llevamos a una comunidad vulnerable de Medellín, un día lleno de alegría y amor para los niños y sus familias, también mediante recursos que autogestionamos previamente, entregamos ayudas para aliviar una necesidad importante en esa comunidad, desde una zona de juegos infantiles en un barrio alejado, hasta utensilios de cocina y electrodomésticos para una fundación que alberga niños víctimas de violencia y abandono.
Y, ¿qué hemos aprendido de estas experiencias?
Sin lugar a dudas, cada año dicha iniciativa nos llena de entusiasmo y sobre todo de mucho amor, así mismo, porque nos convencemos de que el amor transforma, independiente de qué rol sea el que tomemos, de dónde venga la ayuda o a quiénes la llevemos; todo cambia luego de este encuentro.
Nos transformamos como estudiantes, con una mirada más compasiva y humana, que como futuros pediatras debemos mantener y extender hacia todos los niños y sus familias, pensando no solo en las patologías que los puedan afectar, sino en cuáles son las condiciones sociales que pueden estar comprometiendo el estado de salud de nuestra niñez y el potencial de desarrollo de ella, con el fin único y noble de ayudar, puesto que en muchas ocasiones podemos ser el único recurso para estos niños y sus familias.
Finalmente, el mejor mensaje y aprendizaje será que el amor nunca está de más y desde que tengamos la voluntad para ayudar y servir, no hay nada imposible.